Iba yo paseando y fotografiando la flora y fauna de mi Olimpo Noveldero, cuando de repente una curiosa ardillita decidió posar para mi.
La ardillita estuvo recogiendo las bellotas del almuerzo...
Y finalmente subió a su árbol favorito (el olivero de la piscina) donde se la comió.
Ya tengo ganas de volver, a ver que otro "bicho" pesco la próxima vez.
Seguro que pronto encontrará un lugar en el que quedarse definitivamente.- La vida es bella...
ResponderEliminarBien, bien, bien..., sigue así, pronto llegará la Navidad y la ardillita tendrá que buscar cobijo para pasar el invierno y quien sabe las sorpresas que pueden venir.
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