Iba yo paseando y fotografiando la flora y fauna de mi Olimpo Noveldero, cuando de repente una curiosa ardillita decidió posar para mi.
La ardillita estuvo recogiendo las bellotas del almuerzo...
Y finalmente subió a su árbol favorito (el olivero de la piscina) donde se la comió.
Ya tengo ganas de volver, a ver que otro "bicho" pesco la próxima vez.